Artículos de Táctica Defensiva

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Construcción de una defensa individual agresiva

por Antonio Díaz Miguel

(ex-Entrenador Nacional Español)

Condiciones de un buen defensor:

▶ Predisposición psicológica
▶ Mentalización general
▶ Posición física
▶ Enseñanza de las situaciones (1x1, 2x2, 3x3, etc.)
▶ Preparación física

1. Predisposición psicológica

Voluntad de hierro. Se logra trabajando duro en los entrenamientos. 
Confianza en sí mismo. El defensor debe estar seguro de domminar a su adversario. Debe estar preparado para superar las posibles situaciones de stress que suelen producirse a lo largo del partido. Esto sólo se consigue en los entrenamientos, con los ejercicios adecuados. 
Agresividad. Alguien dijo que es «la predisposición para dominar». Toda la defensa que vamos a estudiar está basada en la agresividad. El jugador debe aceptar que el contacto es una parte del juego. A los jugadores agresivos no les importa si el adversario es más alto o más fuerte. 
Concentración. Ayuda a resolver las distintas situaciones que se presentan durante el partido (defensa del contraataque, en el lado débil, etc.). La defensa no es sólo el uno contra uno.
Vigilancia. Vigilar el movimiento del balón y de los atacantes, reaccionando con rápidos movimientos de pies. Intuición. Saber anticiparse. No la tienen todos los jugadores, se adquiere si la concentración es completa.

2. Mentalización General

Los jugadores deben estar mentalizados de la importancia de la defensa. El entrenador debe sentir pasión por la defensa para poder transmitirla a los jugadores.

Aspectos importantes para mentalizar a los jugadores:

▶ Deseo de dominar al atacante. El defensor debe pensar: «Soy mejor que él, voy a dominarle.»
▶ Siempre se necesita a un buen defensor para el jugador-estrella rival. Hacer que los jugadores vean esto.
▶ Pensar que con una buena defensa los atacantes deben mejorar sus movimientos, hacerlos más rápidos.
▶ Salir destacado en la prensa como un buen defensor. Esto estimula al jugador en los momentos de stress.
▶ Establecer premios al jugador que roba más balones. Ponerle de ejemplo ante los demás.
▶ Sentir la satisfacción personal de ser el mejor en defensa.

Notas sobre la mentalización:

▶ Tiempo de reacción. El jugador debe estar preparado para reaccionar a los movimientos del atacante.
▶ Desarrollar la habilidad de anticiparse a los movimientos de los atacantes.
▶ Viveza de habilidades. Deben entrenar para mejorar la velocidad de los movimientos defensivos de pies y manos para robar balones e interceptar pases.
▶ Coordinación. Movimientos fáciles y armoniosos para economizar energía en todas las direcciones, tanto de los pies como de las manos.
▶ Endurecimiento. El jugador debe ser capaz de realizar un elevado número de repeticiones.
▶ Fortaleza. Para aguantar el contacto y no llegar al stress.

3. Posición Física

Pies separados algo más de la anchura de los hombros; el pie interior más adelantado. Díaz-Miguel basa su defensa en dirigir al atacante a la banda. La puntera del pie atrasado debe estar a la altura del talón del pie adelantado. Las rodillas deben estar flexionadas y los glúteos bajos, de modo que la nariz esté a la altura del balón y los ojos no puedan ver por encima de los hombros del atacante. Los brazos por encima de las rodillas y las palmas de las manos hacia arriba. Hay que estar muy pegados al atacante porque hay buenos tiradores y buenos pasadores (la distancia correcta es la que nos permite tocar el pecho del adversario con la palma de la mano, los malos defensores con la punta de los dedos). Pretende que el jugador que controla el balón no pueda pensar, que sólo se preocupe de no perder el balón. Si el atacante está botando, la mano exterior se mueve de abajo arriba sobre el balón y la interior se sitúa baja para robar el balón si hay cambio de mano. Si el atacante hace un reverso dar un paso hacia atrás. Mover primero el pie de la dirección del dribling. Dar pasos cortos para conservar la distancia entre los pies. Deslizarse y hablar.

Resumen:

▶ Estar siempre en posición defensiva.
▶ Manos activas.
▶ Estar cerca del atacante.