Artículos de Medicina Deportiva

Problemas médico-deportivos
en niños y adolescentes

por el Dr. Juan José Muñoz Benito

1. INTRODUCCIÓN

El entrenamiento regular de niños y adolescentes es cada vez más frecuente en el deporte, emprendiéndose deportes de competición con mayor intensidad a edades más tempranas, como puede ser el caso del baloncesto, no siendo infrecuente el entreno de 2 a 4 horas durante 5 incluso 6 días a la semana.

El juego de los niños siempre ha implicado correr y saltar, lo cual forma la base natural de la actividad deportiva, pero el aumento de las exigencias y de la intensidad del entrenamiento regular puede tener efectos negativos en el adolescente, por lo que deben tomarse ciertas precauciones. Por otra parte, muchos jóvenes abandonan sus actividades deportivas demasiado pronto porque no disfrutan con ellas, por lo que se debería dar la oportunidad a niños y adolescentes de probar varios deportes diferentes en vez de concentrarlos exclusivamente en uno.

Como principios básicos a observar por los entrenadores que dedican su actividad al trabajo con niños y adolescentes podemos señalar:

  1. El deporte para niños y adolescentes debe ser DIVERTIDO y no significar en ningún caso un entrenamiento DURO y DOLOROSO.
  2. Los principios del entrenamiento en adultos NO pueden aplicarse directamente a los jóvenes sino que se deben adaptar a su desarrollo.

Los riesgos de permitir que los adolescentes entrenen y compitan regularmente pueden observarse desde distintas perspectivas, fundamentalmente:

     * fisiología
     * psicología
     * ortopedia

Desde el prisma ortopédico los efectos del deporte se pueden dividir en tres grupos:

  1. Efectos sobre el desarrollo del Sistema Músculo - Esquelético.
  2. Lesiones debidas a accidentes (lesiones traumáticas).
  3. Lesiones debidas a sobreesfuerzo o abuso.

2. EFECTOS EN EL DESARROLLO DEL SISTEMA MÚSCULO-ESQUELÉTICO

El desarrollo del SME en los adolescentes está gobernado por su capacidad de adaptación en respuesta a la variación o repetición de la carga, por ejemplo durante el entrenamiento. La adaptación como resultado del entrenamiento unilateral prolongado puede favorecer cambios permanentes (por ejemplo, el tenista que inicia el entrenamiento asimétrico y la carga de su brazo de raqueta a una edad temprana, desarrollando el llamado "hombro del tenista", e incluso en casos extremos una ESCOLIOSIS de la columna dorsal).

El entrenamiento prolongado también puede provocar el aumento de la amplitud de la columna vertebral, originando cambios permanentes en los cuerpos vertebrales y en la pelvis con aumento de la movilidad entre los huesos que forman el cinturón pélvico, como sucede en los jóvenes gimnastas.

Los efectos a largo plazo sin duda son variables, pero en cualquier caso es esencial que el entrenamiento regular en los niños y adolescentes se realice bajo supervisión médica, así como evitar el entrenamiento unilateral repetitivo.

En síntesis, habrá que conseguir que el entrenamiento en niños y adolescentes sea EQUILIBRADO.

3. LESIONES DEBIDAS A TRAUMATISMOS

Los niños y adolescentes se lesionan con más frecuencia que los adultos, pero sus lesiones suelen ser menos graves. Esto es debido a varias razones:

1. Los niños son físicamente más pequeños que los adultos, de forma que en el momento del accidente están implicadas fuerzas menores.
2. Los tejidos de los niños son diferentes de los de los adultos:
     * su estructura ósea es más elástica y adaptable.
     * sus músculos, tendones y ligamentos son más elásticos y relativamente más fuertes.
3. Los cartílagos corticulares poseen cierto aporte sanguíneo permitiendo una mayor cicatrización.La estructura más vulnerable de los adolescentes es el esqueleto. Aunque sus huesos se adaptan a las distintas tensiones proporcionalmente más que los de los adultos, no lo hacen tanto comparativamente como el sistema cardiovascular y muscular. Así, en jóvenes que se entrenan regularmente la musculatura puede desarrollarse más rápidamente que el esqueleto, ya siendo una tensión anormal sobre éste y resultando peligroso. 

Distinguiremos 3 grandes grupos de lesiones traumáticas:

1. Lesiones en las zonas de crecimiento.
2. Fracturas comunes.
3. Fracturas por arrancamiento.

1. Lesiones en la Epífisis

El crecimiento en longitud del esqueleto se realiza en las zonas de crecimiento o CARTÍLAGO EPIFISARIO, que son regiones más débiles que el resto del esqueleto, sobre todo en la pubertad y hacia el final del periodo de crecimiento, cuando empiezan a perder sus propiedades elásticas. Son también más débiles que los tendones y ligamentos normales y que las cápsulas articulares. Las lesiones en las epífisis pueden provocar (aproximadamente en el 10% de los casos) la alteración del crecimiento normal en longitud, ya que mientras está cicatrizando la lesión de un cartílago epifisario, el hueso no lesionado del lado opuesto continúa creciendo, provocando dismetría entre los dos lados. 

2. Fracturas comunes

El tratamiento de las fracturas en niños y adolescentes implica principios diferentes de los que se utilizan en el tratamiento de los adultos.

Las fracturas consolidan mejor y quedan menos signos visibles en los niños y jóvenes que en los adultos.Las fracturas consolidan con más rapidez que en los adultos, no teniendo que llevar el yeso durante tanto tiempo.Presentan tipos de fractura diferente de los adultos, como por ejemplo la fractura en "tallo verde".

3. Fracturas por arrancamiento 

En los adolescentes la fuerza de los tendones, los ligamentos y los músculos es mayor que la de los huesos, pudiéndose desprender la inserción ósea en lugar de romperse el ligamento o el tendón originando las fracturas por arrancamiento que se suelen localizar en las zonas de crecimiento de los huesos planos y son más frecuentes en la parte frontal de la pelvis y en el Isquión, en donde tienen sus orígenes los músculos Popliteos posteriores. Suelen producirse súbitamente durante la carga pesada y rápida de los músculos. Las localizaciones más frecuentemente afectadas son:

     * Origen del tensor de la fascia lata y el sartorio.
     * Inserción del músculo Psoas Iliaco.
     * Origen del músculo recto interno femoral.
     * Inserción del glúteo mediano.
     * Origen de los músculos Isquio tíbiales.

4. LESIONES DEBIDAS A SOBREESFUERZO

Estas lesiones suelen afectar a las llamadas APOFISIS, es decir, aquellas partes del esqueleto que constituyen las inserciones de los tendones, ligamentos, músculos o cápsula articular.

1. Apofisitis

El entrenamiento físico aumenta la fuerza de los tendones y ligamentos más rápidamente que la de sus inserciones. Donde se producen con más frecuencia es en la inserción del ligamento rotuliano en la tibia, la llamada Enfermedad de OSGOOD-SCHLATTER, en la que el hueso se inflama y desintegra, probablemente debido a la Periostitis por tracción.

     * Afecta principalmente a los niños entre 10 y 16 años.
     * Los SÍNTOMAS principales son:
          - Dolor en la inserción del tendón rotuliano en la tibia durante y después del ejercicio.
          - El dolor se dispara con la contracción contra resistencia del cuádriceps.
          - Hay tumefacción y dolor en el área de inserción.
          - Los Rayos X pueden mostrar fragmentación del hueso y cambios inflamatorios en la tuberosidad tibial.
     * El TRATAMIENTO a aplicar estará en función de la clínica que presente:
          - Reposo.
          - Aplicar calor local y utilizar calentador.
          - Evitar movimientos que desencadenan el dolor.
          - Aplicar yeso durante 3 semanas cuando el dolor es severo.
          - Recomendar cambio en el tipo de nivel de actividad.
     * La EVOLUCIÓN es hacia la curación espontánea pudiendo recidivar con la sobrecarga del tendón rotuliano en los adolescentes, aunque rara vez ocurre cuando la pierna está totalmente desarrollada hacia los 17-18 años.Otra localización frecuente de apofisitis es en la inserción del tendón de Aquiles con el calcáneo, la llamada Apofisitis del calcáneo, que se da sobre todo en individuos entre 8 y 15 años.

     * SÍNTOMAS:
          - Dolor en el calcáneo al correr y al andar. Las molestias suelen persistir después del ejercicio cuando se produce rigidez que provoca cojera.
          - Cierta tumefacción y sensibilidad dolorosa sobre la inserción del tendón de Aquiles en el calcáneo.
          - La radiografía (similar a la apofisitis tibial) confirma el diagnóstico.
     * TRATAMIENTO:
          - Reposar hasta que desaparezca el dolor (aunque los síntomas suelen recidivar).
          - Utilizar una cuña en el talón de 1 cm. para aliviar los síntomas al atenuar la tensión del tendón de Aquiles.
          - Aplicar un yeso durante 3 semanas para mejorar el cuadro doloroso.
* EVOLUCIÓN:
      - La curación espontánea se suele alcanzar hacia los 16-18 años, cuando se ha completado la osificación del esqueleto.

La causa más común de Apofisitis es el entrenamiento unilateral. Por ello se debe prevenir contra el entrenamiento de fuerza practicado por los jóvenes en crecimiento. Por lo tanto, los jóvenes en fase de crecimiento deben practicar el entrenamiento de fortalecimiento utilizando únicamente la carga de su propio cuerpo. 

2. Fracturas por stress

La carga unilateral del esqueleto puede, cuando es muy pesada y muy intensa, producir fracturas por estrés o fracturas por fatiga si la capacidad de adaptación del cuerpo es insuficiente para hacerle frente. Se producen en niños y adolescentes. Puede estar favorecida por el movimiento frecuente y repetido bajo una carga normal (como en una carrera de larga distancia) o por los movimientos de baja frecuencia pero con una gran carga (como levantar peso). La combinación más peligrosa es la carga pesada con alta frecuencia. 

Si bien pueden producirse en cualquier hueso del cuerpo, son más frecuentes en las extremidades inferiores, sobre todo en los metatarsianos (también tibia, peroné, fémur, pelvis, cuerpos vertebrales).

No suele doler en reposo, existiendo dolor local y tumefacción sobre la zona dolorosa, y la radiografía al principio puede no revelar alteraciones, debiendo repetirse a las 3-4 semanas para confirmar el diagnóstico. Para evitar los riesgos de fracturas por stress, podemos tener en cuenta las siguientes observaciones:

  • Aumento gradual del entrenamiento.
  • Entrenamiento alternante con reposo regular.
  • Entrenamiento sobre superficies duras realizado con calzado con buenas propiedades absorbentes del choque.
  • Reducción de la intensidad del entrenamiento durante el periodo de transición del cambio de pista dura a pista blanda o viceversa.