Apuntes extraídos de la revista «Cuadernos del Entrenador»
Entramos en sistemas de ataque específico, enseñando siempre determinados fundamentos y aplicándolos a diversas situaciones. Es importante tenerlo presente, porque nuestro trabajo ofensivo se construye bajo el principio de la simplicidad
de las cosas y de la enseñanza de los fundamentos. Esto nos permite todavía más flexibilidad y creatividad, tanto para los jugadores como para los entrenadores.
En consecuencia, el tipo de ataque que utilizamos no es
importante. Sí lo es la forma con la que ejecutemos nuestros fundamentos de ataque: pasar, cortar, bloquear...
Por tanto, jugar un gran sistema no significa jugar mejor. Un movimiento simple bien desarrollado se puede
convertir en un buen movimiento de ataque. Evidentemente, todo irá en función del grupo de jugadores del que dispongamos al empezar la temporada.
Nos basaremos en:
▶ Balón en función de la defensa.
▶ Ataque
en función del balón.
Estas premisas con la posible mejor utilización de los fundamentos y conceptos, serán la base de nuestro ataque.
Jugar en función de la defensa no significa que la defensa tenga la iniciativa
del juego, sino que tengamos siempre una respuesta a cada reacción de la defensa provocada por nuestro juego. Esto que se dice tan lentamente en el campo se resuelve en décimas de segundo, dependiendo del talento, preparación
y velocidad mental del jugador.
Para jugar en función de la defensa, nuestros conceptos serán:
▶ Utilización correcta del dribling.
▶ Diferenciar el pase y su selección.
▶ Diferenciar el tiro y su selección.
▶
Respetar los espacios.
▶ Dificultar el trabajo del defensor.
1. Utilización correcta del dribling
Hemos leido y escuchado muchas veces que el dribling se debe utilizar en tres situaciones concretas:
▶ Subir el balón bajo presión.
▶ Resolver una penetración.
▶ Mejorar el ángulo de pase.
Por tanto, reducir
el dribling lo mínimo porque, efectivamente, el bote es un arma defensiva que en muchas ocasiones se utiliza a destiempo y llega a tener una influencia negativa para el ataque del equipo. Con mi bote siempre quiero crear una
situación. Si la defensa está pendiente de mi posible acción, mi ataque estará ganando. Con ello conseguirá ganar más oportunidades de crear situaciones de canasta. Si no provoco estas situaciones, las estaré reduciendo a una
opción de conseguir canasta, disminuyendo, lógicamente, las posibilidades de éxito de mi ataque. No preocuparse de lo que debemos hacer después, sino tomar lo mejor de una situación inmediata.
Para provocar una situación
de amenaza con mi bote, ¿cuándo doy el primer y último bote, independientemente de la situación del campo, mediante las fintas de salida, de pase, de tiro...
El primer bote quiero darlo en ventaja (iniciativa hombre-balón).
Para ello necesitaré de un trabajo previo para desequilibrar al defensor (fintar = crear), continuando con cambio de ritmo y estaré dando el primer bote con ventaja.
El último bote lo daré cuando tenga totalmente definida
mi acción:
▶ Culminar una acción ofensiva (bien sea el tiro, penetración, ...)
▶ Dar una asistencia
▶ Crear una situación ventajosa
2. Diferenciación entre el pase y su selección
El mal pase no sólo lo reduzco a la pérdida de balón, sino que lo amplío para aquellos pases que por su determinada realización no son correctamente efectuados. Por tanto, el buen pase no es solamente una asistencia. Hay muchas
situaciones de juego para dar buenos pases (después de un corte, bloqueo, interior, ...). No queremos dar un pase, queremos dar un «muy buen pase».
El pase es un fundamento maltratado; es un arte infravalorado
que utilizamos como puente entre el bote y el tiro, sin mayor énfasis. Al margen del concepto pase, hay que diferenciarlo con su selección (debemos dominar a quién, donde y cuando pasar en todas las situaciones de juego: superioridad,
bloqueo y continuación...
En esta situación de superioridad se juega con el pívot (5), ¿dónde y cuando se quiere pasar?, ¿dónde quiero jugar?, ¿cuál es el mejor pase?.
Hay jugadores que saben seleccionar el pase, pero no son grandes pasadores. También ocurre lo contrario: excelentes pasadores que no aprovechan su condición para dominar a quién «pasar mejor» en cada momento. El jugador
que consigue dominar estas dos cualidades será el mejor pasador.
3. Diferenciación entre el tiro y su selección
Al margen de la correcta mecánica repetitiva, fundamental para la realización del tiro, cuando hayamos creado una buena situación para un compañero será el momento de decidir si aquello es el mejor tiro a nuestra disposición.
La
capacidad de análisis rápido de los jugadores en esta situación es la clave para tener una buena selección de tiro (momento y situación). Tened en cuenta que un buen tiro para algunos jugadores no es necesariamente un buen
tiro para todos. Con ello conseguimos que cada jugador se responsabilice y respete de forma plena su trabajo dentro del juego del equipo.Al margen de la correcta mecánica repetitiva, fundamental para la realización del tiro,
cuando hayamos creado una buena situación para un compañero será el momento de decidir si aquello es el mejor tiro a nuestra disposición.
Con estos ejercicios 2x0 pretendemos que los atacantes jueguen en función de la defensa, dando respuesta a cualquier reacción de la misma.
De igual forma trabajamos
en 2x2 cambiando las situaciones.
Lo normal es ir reduciendo el número de botes y pases; para ello es fundamental
creer en el 1x1.
4. Respetar los espacios
Asimilando este concepto, conseguimos el espacio suficiente para que nuestros jugadores puedan desarrollar los conceptos, facilitándoles de esta forma una mayor iniciativa y creatividad en el juego.
Con este movimiento pretendo dar a entender a los jugadores que respetando los espacios pueden jugar en cualquier momento creando situaciones
de ventaja siempre.
Esta situación concreta del juego permite
darnos una idea de lo que pretendemos al respetar espacios. En el diagrama 11, los jugadores exteriores pueden jugar interior o pasar y bloquear (diagrama 12), juego
que no se puede realizar en diagrama 13, al no existir un espacio mínimo donde crear una situación de ventaja, ya sea mediante un pase y bloqueo, etc.
5. Dificultar el trabajo del defensor
Este trabajo debe ser una consecuencia de la mayor utilización de nuestros conceptos anteriores. De esta forma, queremos conseguir que la defensa tenga las mayores dificultades para trabajar en cada momento, permitiendo estar
jugando en función de las posibles reacciones de la defensa.
Dificultar la visión, ofrecer elección (si ayudar o no), alejarse del defensor (si éste ayuda), la ayuda y recuperación más difícil... hacen que el trabajo
defensivo sea más complejo y, por tanto, con menos posibilidades de éxito.
En estas situaciones concretas de juego
en función de la defensa, el correcto desarrollo de nuestros conceptos traerá como consecuencia una dificultad importante en el trabajo defensivo que tendrá que elegir en muchas ocasiones la forma de realizar su trabajo con
ayudas exteriores o interiores, rotaciones de defensores, no ayudas interiores…